jueves, 17 de noviembre de 2016

Es tiempo para la acción ciudadana, tarea de todos Veracruz no espera.

Después de mucho tiempo en el que fui ajeno a la exposición de ideas en este blog, he sentido la obligación como veracruzano de manifestar a través de argumentos esta nueva etapa con la que retomo la escritura sobre cuestiones específicas. 

Para actualizar contenidos, lo he tenido a bien renombrar como: "Introspección veracruzana". Con la intención de representar "...una mirada hacia los sucesos y acontecimientos con reflexiones sobre la situación y el sentir colectivo. Hacia una participación ciudadana mejor organizada y mas pro activa. Vinculaciones internacionales con repercusión en nuestro estado..." 

Lo anterior ante las circunstancias que de manera reiterada se van presentando y que han afectado la vida de Veracruz y sus habitantes, todo ello por las inconsistencias de gobiernos estatales que durante doce años fueron rapaces con todo tipo de recursos de los veracruzanos. Quitándonos la tranquilidad y estabilidad económica y social que representan los bienes mas preciados para mejorar la calidad de vida de la sociedad. 

La injusticia que se vive actualmente en territorio veracruzano y la gran irritabilidad social por el desprecio de una clase política, que repudio las convicciones mas elementales en el servicio público, justamente las de servir a los demás, llevaron a gestar todo tipo de conflictos que en la actualidad tienen una efervescencia que pareciera por momentos saliera de control hacia un estado de ingobernabilidad.

El castigo para los malos servidores públicos traidores de la confianza, carentes de cualquier principio y valor moral, tendría que ser evidente y contundente, siendo como menos lo elemental: la cárcel y que regresen lo que se llevaron, todo ello ante el desprecio mostrado a una sociedad dolida por los excesos de cínicos pseudopolíticos ha quedado de manifiesto.

La necesidad de depuración y renovación de la clase política veracruzana es inminente en todos los partidos políticos. Así como los liderazgos surgidos desde la ciudadanía. Políticos preparados y con convicciones ajenos a la más mínima sospecha de complicidad y complacientes. Es tiempo para la acción ciudadana, tarea de todos Veracruz no espera.

Es tiempo de que surja en el interés colectivo nuevas formas en que la innovación y la creatividad convoquen a sacar a Veracruz de sus problemas con la participación de todos, bajo una perspectiva pro activa que coadyuve a enderezar los caminos de Veracruz y sembrar las semillas para el futuro. Solo esta convicción ayudará a que podamos alinear y encauzar acciones en beneficio de nuestro estado.

El panorama es complejo en todo Veracruz a nivel nacional e internacional. Las elecciones americanas finalmente declararon como ganador a un Donald Trump que enfatiza con el triunfo sus pretensiones. Inclusive al ratificar una política de deportaciones que ha dicho serán tres millones de indocumentados con antecedentes penales, dentro de lo cual se equipara la inmigración ilegal como un delito y por tanto arroja antecedentes. 

Más allá de ello tendría que preocupar a nuestro gobierno mexicano como un ingrediente adicional, que no tan solo serán mexicanos los deportados sino guatemaltecos, nicaraguenses, salvadoreños, etc. Y que a través de una política agresiva de deportación masiva no repondrán en enviarlos a sus países de origen por lo que les impactaría económicamente, sino que quizás simplemente los crucen del otro lado del "muro" dejando un cumulo de gente en la frontera de distintas nacionalidades y muchísimos de ellos segura y efectivamente criminales. Lo que volvería a la frontera norte del país en un polvorín de la delincuencia nacional e "internacional". 

Partiendo de lo expuesto también habrá un gran número de veracruzanos de regreso al estado, por lo que deberán implementarse políticas específicas para ellos aunado a la complejidad para retomar el camino en este concierto nacional e internacional, que lleve el rumbo del desarrollo para Veracruz. Ningún mal dura cien años pero llevamos doce. 

Por tanto es el momento de sacar lo mejor de nosotros para encauzar con una nueva actitud la participación ciudadana, la que exija, demande, supervise y se involucre en un nuevo quehacer político que vigile a los políticos con una sociedad mejor informada y organizada; que desde los organismos instituidos por los ciudadanos se reclame la transparencia y la rendición de cuentas como una elemental manifestación del servicio público. Es ahora y no mañana porque Veracruz ya no puede esperar y es lo menos que podemos hacer para que Veracruz recupere su grandeza.

Francisco Berlín Vázquez